Obra

No tengo tiempo para eso,

Sólo tengo tiempo para lamentarme por las cosas que no he hecho.

Tiempo para desvivir un lamento y para dar una oración a este Dios invisible

Que aquí me tiene, mirando al nublado cielo de mis pesares,

Mirando a otros, y a las otras de aquellos otros.

Oh Dios!

Que mis palabras se transformen en canción,

Pero no ahora, no mientras viva,

Que resurjan desde el oscuro pasado cuando mi memoria ya no exista,

Cuando hablen de un mundo que ya no es,

Cuando hablen de un hombre que ya no está.

Dame esta esperanza, Dios,

De esto se trata la fe, ¿no es así?

En mi caso, de confiar en algo que ocurrirá cuando yo no lo sepa.

Y, aún así, te lo pido, que estas palabras se conviertan en canción,

En una canción sin rostro,

En un hombre sin tiempo

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